Los dos textos anteriores surgieron la semana pasada como ejercicios en el Taller de Motores Narrativos dictado por Eugenio Tiselli, programador, sumo referente en el arte digital (y su -todavía- breve crónica), y extraordinario poeta. Les recomiendo echar un ojo a su trabajo publicado en su página:
Vaya desde estos dos pequeños juguetes (fabricados con apuro) mi sincero reconocimiento.
0 hay que todavía piden sangre:
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